Comparto con ustedes una opinión discrepante del estándar de televisión digital "japonés-brasileño", modelo que tiene el apoyo de los principales broadcasters del país para su implementación por estas tierras. Estos son algunos fragmentos del artículo del español Jesús Banegas Nuñez publicado en El Comercio...
Hoy un decodificador para la TV digital europea cuesta 29 euros mientras que el brasileño se paga a 230 dólares. A mediano y largo plazos, la diferencia no hará sino aumentar, debido a que el mercado brasileño siempre tendrá una dimensión muchas veces inferior al formado por más de cien países —incluidos todos los europeos— que ya han adoptado nuestro estándar.
Además del precio, cabe señalar que mientras que el estándar brasileño al ser autárquico solo ofrece un producto allí fabricado, el estándar europeo, al ser abierto y ampliamente utilizado, presenta numerosas ofertas en competencia a escala mundial.
Cuestionar técnicamente el estándar europeo, porque no tiene solución para la TV de alta definición, simplemente no se concilia con la realidad. (...) Plantear que los decodificadores europeos no poseen interactividad carece de sentido. El sistema brasileño carece de esta facilidad tecnológica y la que se desarrolló en Japón está descartada. Mientras tanto, en el Reino Unido e Italia, no solo la totalidad de equipos son interactivos; en el 2009, el mercado italiano generó un mercado de aplicaciones interactivas por 400 millones de euros.
Mientras tanto, algunas voces como la de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión del Perú, acaban de pronunciarse —mediante un anuncio publicitario— por el estándar japonés-brasileño, como si fuesen el mismo e ignorando las apabullantes ventajas técnicas y, sobre todo, económicas del sistema europeo. Puesto que a algunos canales analógicos de televisión no les conviene la nueva tecnología digital, pues aumenta considerablemente la competencia—justo lo que más interesa a los ciudadanos—, es lógico que se incline por aquella que más dificultades opone a su difusión social.
Otro artículo sobre el tema:
Lobby por TV digital japonesa-brasileña
viernes, 3 de abril de 2009
jueves, 19 de marzo de 2009
Taquilla de La Teta Asustada
En su estreno fue vista por 12 mil espectadores. La agencia Orbita señaló que se convirtió en la segunda película nacional más vista en su debut, después de "Pantaleón y las visitadoras" que logró una concurrencia de 15 mil asistentes.
En su primer fin de semana llegó a 55 mil personas. Cinencuentro comentó que esta cantidad viene a ser toda la asistencia que logró la opera prima de Claudia Llosa, Madeinusa.
Finalmente, en el acumulado de su primera semana de proyección la cinta alcanzó los 90 mil asistentes, según reporta la distribuidora UIP.
Viendo esta tendencia, y aventurándome neofitamente a una proyección, es probable que la cinta alcance los 150 mil espectadores el fin de semana que viene.
Según el cineasta Francisco Lombardi una película nacional necesita 300 mil espectadores para cubrir sus costos y considerarla exitosa desde el punto de vista comercial. ¿La película de Claudia Llosa superará esa cifra? Por la calidad del filme espero que supere esa línea. Pero para que eso suceda es necesario que mantenga el buen ritmo por lo menos tres semanas. Situación compleja pero no imposible. Anteriormente lo consiguieron Pantaleón y las visitadoras, Ciudad de M, No se lo digas a nadie, Piratas en el Callao, Dragones y Mañana te cuento (I).
Ojalá la película se convierta en una cinta taquillera y no se quede sólo como la del premio más importante. Aunque tengo dudas de que esto se concrete. Varias ganadoras de Berlín o de Cannes han pasado casi desapercibidas en Lima. Pero en esta ocasión, por todo el debate y noticias alrededor del filme, espero que sea completamente diferente y el espectador promedio me calle la boca.
TAQUILLA EN ESPAÑA
En España La Teta Asustada no logró grandes cifras. Digo esto en comparación con las películas hollywoodenses con las que competió. Porque visto desde otro ángulo, debe ser la película peruana más exitosa que ha pasado por la cartelara española.
Se estrenó modestamente como un filme independiente antes de la Berlinale, destacando en su promoción que había sido seleccionada para la competencia oficial.
Sólo después de ganar el Oso de Oro (y distribuir más copias) consiguió ubicarse en el puesto 20 durante una semana. Ese fue su techo y nunca pudo meterse entre las codiciadas 10 más vistas.
Con todo, hasta el 8 de marzo, acumuló €181,790 en taquilla.
En su primer fin de semana llegó a 55 mil personas. Cinencuentro comentó que esta cantidad viene a ser toda la asistencia que logró la opera prima de Claudia Llosa, Madeinusa.
Finalmente, en el acumulado de su primera semana de proyección la cinta alcanzó los 90 mil asistentes, según reporta la distribuidora UIP.
Viendo esta tendencia, y aventurándome neofitamente a una proyección, es probable que la cinta alcance los 150 mil espectadores el fin de semana que viene.
Según el cineasta Francisco Lombardi una película nacional necesita 300 mil espectadores para cubrir sus costos y considerarla exitosa desde el punto de vista comercial. ¿La película de Claudia Llosa superará esa cifra? Por la calidad del filme espero que supere esa línea. Pero para que eso suceda es necesario que mantenga el buen ritmo por lo menos tres semanas. Situación compleja pero no imposible. Anteriormente lo consiguieron Pantaleón y las visitadoras, Ciudad de M, No se lo digas a nadie, Piratas en el Callao, Dragones y Mañana te cuento (I).
Ojalá la película se convierta en una cinta taquillera y no se quede sólo como la del premio más importante. Aunque tengo dudas de que esto se concrete. Varias ganadoras de Berlín o de Cannes han pasado casi desapercibidas en Lima. Pero en esta ocasión, por todo el debate y noticias alrededor del filme, espero que sea completamente diferente y el espectador promedio me calle la boca.
TAQUILLA EN ESPAÑA
En España La Teta Asustada no logró grandes cifras. Digo esto en comparación con las películas hollywoodenses con las que competió. Porque visto desde otro ángulo, debe ser la película peruana más exitosa que ha pasado por la cartelara española.
Se estrenó modestamente como un filme independiente antes de la Berlinale, destacando en su promoción que había sido seleccionada para la competencia oficial.
Sólo después de ganar el Oso de Oro (y distribuir más copias) consiguió ubicarse en el puesto 20 durante una semana. Ese fue su techo y nunca pudo meterse entre las codiciadas 10 más vistas.
Con todo, hasta el 8 de marzo, acumuló €181,790 en taquilla.
miércoles, 11 de marzo de 2009
¿Lobby por TV digital japonesa-brasileña?
La Sociedad Nacional de Radio y Televisión, a través de todos sus medios asociados, viene realizando una intensa campaña de respaldo al estándar japonés-brasileño ISDB-T como el modelo más adecuado para desarrollar nuestra televisión.
Esto debido a que en los próximos días el Ministerio de Transportes y Comunicaciones deberá elegir cuál será el sistema de TV digital que usaremos en el país.
En una reciente nota el representante técnico del estándar ISDB-T en el Perú, César Gallegos, explicó que “si se adopta el sistema japonés-brasileño, la ventaja radicaría en que, con una sola inversión, se contaría con televisión digital en los terminales fijos existentes actualmente en los domicilios, a través de la señal aérea”.
Además, recalcó que no solo se podría adaptar la señal a los televisores fijos, sino que se extenderían a los teléfonos celulares y toda una serie de equipos portátiles como laptops, reproductores mp3, e incluso en consolas de videojuegos, a diferencia de los otros estándares propuestos, como el europeo (DVB-T) o el estadounidense (ATSC).
¿Será verdad tanta belleza? ¿Alguién tiene datos sobre posibles inconvenientes del sistema japonés-brasileño? ¿Cuáles fueron los resultados de la pruebas realizadas en diferentes puntos del país? ¿Los grandes broadcasters tienen la razón o sólo les preocupa minimizar costos?
ACTUALIZACIÓN
Eduardo Villarán plantea un par de interesantes cuestiones:
...Cómo se resolverá el estándar de televisión por cable. Cable Mágico ha decidido usar el DVB, estándar europeo, como es fácil de ver en cualquiera de los decodificadores (set top boxes). Estos decodificadores también son convertidores, que pasan la señal digital a analógica para ser usada por nuestros televisores NTSC. Si se adopta el ISDB-T, habría que cambiar los convertidores, con el riesgo de pérdida de calidad. (Sobre este punto aquí les dejo una voz discrepante).
Más importante que esto, en realidad, es cómo se enfrentará el cambio que implica la televisión digital. Los operadores actuales, ¿recibirán permisos de operación que incluyan la explotación, de la manera que quieran, de sus nuevos canales para televisión digital? ¿o se usará la ocasión para replantear las reglas de juego? ¿vale la pena gastar energía preguntándose cómo decidirá nuestro gobierno?
Perú21 le dedicó su portada. En el artículo "Cambio hacia la televisión digital cada vez más cerca" resume el largo proceso que tomó la evaluación de las diferentes opciones y la gran posibilidad que el modelo japonés-brasileño sea el elegido.
viernes, 27 de febrero de 2009
Hildebrandt sobre RPP (nuevamente)
Fragmento de su artículo "Alanismo radiológico" publicado en La Primera.
En el chiringuito del colega Raúl Vargas ya todo es posible....la radio que alguna vez fue referente político es hoy, cada día más, un anexo de Radio Nacional, un cachorro de Canal 7, una versión viva de Andina.
Nadie le pide al señor Vargas, de tan larga y por muchos motivos respetable carrera, que sea un preguntador irreverente. Su talante es otro y eso es algo que no está en discusión.
Pero la afabilidad no puede ser confundida con la anuencia sistemática que Vargas demuestra ante voceros del Apra, funcionarios del gobierno y sicarios orales del fujimorismo. Una cosa son los modales limeños. Otra es la omisión convenida.
Si RPP atiende dócilmente las llamadas de Palacio –y no hay dudas de que las atiende-, la alianza del alanismo que sueña con París y del fujimorismo que sueña con volver es cada vez más clara.
COMENTARIO
Como siempre Hildebrandt nos brinda una visión aguda y apasionada. Parte de un hecho concreto pero su nota termina siendo extremadamente especulativa. Resulta exagerado afirmar que en las ondas de RPP se puede confirmar la alianza aprista-fujimorista.
Primero porque la emisora siempre ha mantenido un perfil oficialista o si se quiere un sobón respeto al orden institucional con todos los gobiernos desde los 80. De ahí que nunca se ha eregido como un fervierte opositor de Belaunde, Fujimori, Toledo o de la nueva administración de García.
Además, RPP concibe a las fuentes oficiales como uno de sus principales generadores de información por lo que trata de guardar buenas relaciones con ellas. Su estilo nunca se ha caracterizado por la hard interview sino que ha tendido a promover el pluralismo informativo, claro que con ciertas desviaciones editoriales, como ocurre en todo medio, según la particular posición de su director o de sus propietarios. Sin embargo, no llega a ser un medio maniqueo, especulador o amarillista.
Que los fujimoristas hablen en la radio resulta tan similar a que los voceros "nacionalistas" encuentren aquí un canal para vertir sus expresiones sin mayor problema. ¿Acaso Hildebrandt está sugierendo que se amordace la opinión de otros porque sólo comprende la amabilidad con algunos?
Por último, habría que preguntar a la gente qué opina de la radio, en lugar de hablar en nombre del público desde odios personales. Creo que estamos frente al caso de una emisora-informativa singular en América Latina. No conozco un caso similar de una radio que brinde información al momento, de primera mano y que también se convierta en la voz de sus oyentes para quejas, reclamos, emergencias, etc. Este mecanismo ha funcionado por más de dos décadas convirtiéndola en la emisora más escuchada del país y sin que ninguna competencia pueda superala. Es cierto que podría mejorar en varios aspectos pero está lejos de otros medios completamente parcializados.
En el chiringuito del colega Raúl Vargas ya todo es posible....la radio que alguna vez fue referente político es hoy, cada día más, un anexo de Radio Nacional, un cachorro de Canal 7, una versión viva de Andina.
Nadie le pide al señor Vargas, de tan larga y por muchos motivos respetable carrera, que sea un preguntador irreverente. Su talante es otro y eso es algo que no está en discusión.
Pero la afabilidad no puede ser confundida con la anuencia sistemática que Vargas demuestra ante voceros del Apra, funcionarios del gobierno y sicarios orales del fujimorismo. Una cosa son los modales limeños. Otra es la omisión convenida.
Si RPP atiende dócilmente las llamadas de Palacio –y no hay dudas de que las atiende-, la alianza del alanismo que sueña con París y del fujimorismo que sueña con volver es cada vez más clara.
COMENTARIO
Como siempre Hildebrandt nos brinda una visión aguda y apasionada. Parte de un hecho concreto pero su nota termina siendo extremadamente especulativa. Resulta exagerado afirmar que en las ondas de RPP se puede confirmar la alianza aprista-fujimorista.
Primero porque la emisora siempre ha mantenido un perfil oficialista o si se quiere un sobón respeto al orden institucional con todos los gobiernos desde los 80. De ahí que nunca se ha eregido como un fervierte opositor de Belaunde, Fujimori, Toledo o de la nueva administración de García.
Además, RPP concibe a las fuentes oficiales como uno de sus principales generadores de información por lo que trata de guardar buenas relaciones con ellas. Su estilo nunca se ha caracterizado por la hard interview sino que ha tendido a promover el pluralismo informativo, claro que con ciertas desviaciones editoriales, como ocurre en todo medio, según la particular posición de su director o de sus propietarios. Sin embargo, no llega a ser un medio maniqueo, especulador o amarillista.
Que los fujimoristas hablen en la radio resulta tan similar a que los voceros "nacionalistas" encuentren aquí un canal para vertir sus expresiones sin mayor problema. ¿Acaso Hildebrandt está sugierendo que se amordace la opinión de otros porque sólo comprende la amabilidad con algunos?
Por último, habría que preguntar a la gente qué opina de la radio, en lugar de hablar en nombre del público desde odios personales. Creo que estamos frente al caso de una emisora-informativa singular en América Latina. No conozco un caso similar de una radio que brinde información al momento, de primera mano y que también se convierta en la voz de sus oyentes para quejas, reclamos, emergencias, etc. Este mecanismo ha funcionado por más de dos décadas convirtiéndola en la emisora más escuchada del país y sin que ninguna competencia pueda superala. Es cierto que podría mejorar en varios aspectos pero está lejos de otros medios completamente parcializados.
domingo, 22 de febrero de 2009
Alan García fue EMO
Era tan emotional hardcore que tuvo que ser tratado psiquiátricamente luego de la muerte de Haya.
Descubrimiento fotográfico gracias al libro del "compañero" Wilder Bendezú (Los últimos días de Haya de la Torre). Texto que trata de probar, entre otros puntos, que el fundador del Apra fue bien hombre.
Foto: Caretas
miércoles, 18 de febrero de 2009
Justicia mediática
César Nakazaki, abogado del ex presidente Alberto Fujimori, criticó duramente a los medios de comunicación que han condenado con anticipación a su patrocinado.
Según el penalista, el tribunal debe enfrentar y vencer la presión mediática ejercida por algunos de los principales medios de comunicación peruanos, pues la intervención de la prensa en casos judiciales ha logrado que, muchas veces, los magistrados se vean fuertemente influenciados al momento de emitir sentencia.
Nakazaki afirmó que la "sentencia mediática" a Fujimori es más "rápida y creíble" que la sentencia penal por lo cual se constituye en "un peligro".
Considera que históricamente el poder judicial en Perú ha sufrido "crisis de independencia" por lo que podría dejarse influenciar por la presión mediática. "Existe un sistema judicial frágil frente a un juicio paralelo mediático que cada día crece más, es un fenómeno que no se puede discutir", sostuvo.
Preguntas para Nakazaki
¿Cuáles son las sentencias mediáticas más conocidas que se han producido en los últimos tiempos? ¿Qué efectos directos ha tenido la exposición en medios sobre los procesos penales? ¿Relate cómo se desarrollaron los acontecimientos en un caso específico? Si el juicio mediático es tan poderoso, ¿vivimos bajo la dictadura de los propietarios y directores de los medios de comunicación? ¿Propone usted algún tipo de regulación sobre la prensa? ¿El fujimorismo carece de voceros en los medios? ¿La Razón, Expreso y Correo,entre otros, no son medios afines al fujimorismo?
Sobre el tema no dejen de chequear un buen post sobre el tema en lapicero digital.
Según el penalista, el tribunal debe enfrentar y vencer la presión mediática ejercida por algunos de los principales medios de comunicación peruanos, pues la intervención de la prensa en casos judiciales ha logrado que, muchas veces, los magistrados se vean fuertemente influenciados al momento de emitir sentencia.
Nakazaki afirmó que la "sentencia mediática" a Fujimori es más "rápida y creíble" que la sentencia penal por lo cual se constituye en "un peligro".
Considera que históricamente el poder judicial en Perú ha sufrido "crisis de independencia" por lo que podría dejarse influenciar por la presión mediática. "Existe un sistema judicial frágil frente a un juicio paralelo mediático que cada día crece más, es un fenómeno que no se puede discutir", sostuvo.
Preguntas para Nakazaki
¿Cuáles son las sentencias mediáticas más conocidas que se han producido en los últimos tiempos? ¿Qué efectos directos ha tenido la exposición en medios sobre los procesos penales? ¿Relate cómo se desarrollaron los acontecimientos en un caso específico? Si el juicio mediático es tan poderoso, ¿vivimos bajo la dictadura de los propietarios y directores de los medios de comunicación? ¿Propone usted algún tipo de regulación sobre la prensa? ¿El fujimorismo carece de voceros en los medios? ¿La Razón, Expreso y Correo,entre otros, no son medios afines al fujimorismo?
Sobre el tema no dejen de chequear un buen post sobre el tema en lapicero digital.
martes, 27 de enero de 2009
El profeta Virilio: la virtualidad como fin de lo social
El urbanista Paul Virilio sostiene que el desarrollo de la virtualidad traerá una catástrofe.
En la actualidad se nos presentan las nuevas tecnologías bajo la promesa de un mundo cercano al instante. Percibimos el mundo por “la visión de la televisión y los multimedios [que] aplastan los planos acercados del tiempo y el espacio” (Virilio, 1997:22).
Desde este punto de partida considera que “la velocidad contamina la extensión del mundo y las distancias del mundo” (Virilio, 1997:58). Esto significa que las nuevas generaciones nacerán sin posibilidad de experimentar las distancias y estarán condenadas al encarcelamiento virtual que limitará sus posibilidades de experimentar una real vida social.
Esta telepresencia deslocaliza el cuerpo y fortalece la figura de la simulación de un espectro. Se generan seres individuales que creen vivir libres, bajo el formato online, pero en realidad están bajo un estricto sistema de control y viven privados de ejercer y desarrollar sus derechos políticos activamente. Como sabemos el ejercicio de la política es necesariamente una práctica social que demanda, entre otros puntos, acción colectiva.
Para Virilio estamos camino hacía la deshumanización. Aquí tenemos “una ameneza considerable de pérdida del otro, de ocaso de la presencia física en aras de una presencia inmaterial y fantasmal” (Virilio, 1997:46).
Esta situación solo puede llevarnos a la desintegración del propio cuerpo a favor de la comunidad virtual suscrita a Internet. Situación que a la larga destruirá la ciudad y la ciudadanía.
A esta perspectiva hay que agregarle que las biotecnologías están colonizando el cuerpo humano para convertirlo en un hombre prótesis. La tecnología “reducirá las propiedades de lo viviente so pretexto de complementarlas y asistirlas” (Virilio, 1997:55).
En la actualidad se nos presentan las nuevas tecnologías bajo la promesa de un mundo cercano al instante. Percibimos el mundo por “la visión de la televisión y los multimedios [que] aplastan los planos acercados del tiempo y el espacio” (Virilio, 1997:22).
Desde este punto de partida considera que “la velocidad contamina la extensión del mundo y las distancias del mundo” (Virilio, 1997:58). Esto significa que las nuevas generaciones nacerán sin posibilidad de experimentar las distancias y estarán condenadas al encarcelamiento virtual que limitará sus posibilidades de experimentar una real vida social.
Esta telepresencia deslocaliza el cuerpo y fortalece la figura de la simulación de un espectro. Se generan seres individuales que creen vivir libres, bajo el formato online, pero en realidad están bajo un estricto sistema de control y viven privados de ejercer y desarrollar sus derechos políticos activamente. Como sabemos el ejercicio de la política es necesariamente una práctica social que demanda, entre otros puntos, acción colectiva.
Para Virilio estamos camino hacía la deshumanización. Aquí tenemos “una ameneza considerable de pérdida del otro, de ocaso de la presencia física en aras de una presencia inmaterial y fantasmal” (Virilio, 1997:46).
Esta situación solo puede llevarnos a la desintegración del propio cuerpo a favor de la comunidad virtual suscrita a Internet. Situación que a la larga destruirá la ciudad y la ciudadanía.
A esta perspectiva hay que agregarle que las biotecnologías están colonizando el cuerpo humano para convertirlo en un hombre prótesis. La tecnología “reducirá las propiedades de lo viviente so pretexto de complementarlas y asistirlas” (Virilio, 1997:55).
sábado, 17 de enero de 2009
Internet y la identidad posmoderna
Más allá de los aportes instrumentales, del hipertexto y la multimedia, la contribución más significativa del Internet, sociológicamente hablando, es la cristalización de los aportes posestructuralistas sobre la construcción permanente de la identidad basada en significantes cambiantes y la teoría del otro en la constitución del yo.
Sherry Turkle (1997) considera que las nociones sobre las identidades descentradas, contingentes e híbridas encuentran un fascinante lugar de aplicación en la interfaz.
Cuando estamos frente a la pantalla de una computadora solemos trabajar con una serie de ventanas que nos posibilitan desarrollar varias actividades casi simultáneamente. Tenemos la oportunidad de contar al mismo tiempo un sitio para leer, otro escribir, un tercero para chatear, etc. Ante cada uno de estos espacios asumimos una posición específica. Somos múltiples prácticamente al mismo tiempo. Asumimos posturas dependiendo que escribamos, que leamos o con quien chateamos, siempre ante la misma máquina.
Pero la cosa no queda ahí. Los juegos de roles y las redes sociales nos permiten explorar una amplia gama de posibilidades para la construir identidades que lindan entre lo virtual y lo real. Un hombre puede ser mujer, una persona gorda puede presentarse como flaca, una personalidad aburrida puede resultar atractiva y las posibilidades son infinitas.
Estos avatares se relacionan, incluso sexualmente, con otros avatares. Es la cultura de la simulación en su máximo esplendor. El yo múltiple, negociado constantemente significantes flotantes se ha cristalizado en la interfaz. “Los ordenadores encarnan la teoría posmoderna y la llevan a la práctica” (Turkle, 1997:26).
Estamos ante un aparato que ciertamente “provoca la renegociación de nuestras fronteras” (Turkle, 1997:26). Sin embargo, considero que siempre hemos vivido en una cultura de la simulación contingente. Sólo que recién el concepto abstracto es palpable en una situación evidente.
Sherry Turkle (1997) considera que las nociones sobre las identidades descentradas, contingentes e híbridas encuentran un fascinante lugar de aplicación en la interfaz.
Cuando estamos frente a la pantalla de una computadora solemos trabajar con una serie de ventanas que nos posibilitan desarrollar varias actividades casi simultáneamente. Tenemos la oportunidad de contar al mismo tiempo un sitio para leer, otro escribir, un tercero para chatear, etc. Ante cada uno de estos espacios asumimos una posición específica. Somos múltiples prácticamente al mismo tiempo. Asumimos posturas dependiendo que escribamos, que leamos o con quien chateamos, siempre ante la misma máquina.
Pero la cosa no queda ahí. Los juegos de roles y las redes sociales nos permiten explorar una amplia gama de posibilidades para la construir identidades que lindan entre lo virtual y lo real. Un hombre puede ser mujer, una persona gorda puede presentarse como flaca, una personalidad aburrida puede resultar atractiva y las posibilidades son infinitas.
Estos avatares se relacionan, incluso sexualmente, con otros avatares. Es la cultura de la simulación en su máximo esplendor. El yo múltiple, negociado constantemente significantes flotantes se ha cristalizado en la interfaz. “Los ordenadores encarnan la teoría posmoderna y la llevan a la práctica” (Turkle, 1997:26).
Estamos ante un aparato que ciertamente “provoca la renegociación de nuestras fronteras” (Turkle, 1997:26). Sin embargo, considero que siempre hemos vivido en una cultura de la simulación contingente. Sólo que recién el concepto abstracto es palpable en una situación evidente.
miércoles, 7 de enero de 2009
Estudios de audiencia-recepción
Los estudios de audiencia o recepción que según mi humilde punto de vista vienen marcando una línea sumamente interesante para desarrollar en el campo de la comunicación. Desde mediados de los 80 han ido creciendo y dejando atrás el paradigma de las investigaciones dedicadas sólo a la producción de mensajes.
En 1990 James Curran criticó la postura “revisionista” de los estudios de audiencia por otorgar un sobredimensionado papel activo al lector y negar el poder de los medios. Está crítica sirvió para que David Morley aclare algunos puntos.
Para comenzar Morley explica que los recientes estudios sobre las audiencias en el campo de la comunicación se caracterizan básicamente por “dos premisas: a) que la audiencia es siempre activa (en un sentido no trivial), y b) que el contenido de los medios de comunicación es ‘polisémico’ o abierto a la interpretación”.
Esto implica colocar el énfasis de las investigaciones sobre los medios de comunicación en los microprocesos de interpretación de los mensajes. Esta situación nos lleva a tomar distancia de las concepciones de estructuras determinantes pero sin desecharlas sino más bien tratando de articular la relación micro con lo macro.
Morley retoma a Giddens para señalar “las estructuras macro sólo pueden reproducirse a través de microprocesos (…) [es decir que] el proceso general macro sólo puede operar a través de una multitud de manifestaciones micro de poder, ninguna de las cuales puede ser garantizada con antelación”.
Además, menciona que el concepto de "habitus" de Pierre Bourdie, con ciertas observaciones, puede ayudarnos a comprender como las estructuras internalizada también brinda márgenes de actuación y no son completamente rígidas. Otro punto importante son los aportes de conceptos postmarxistas como los de Gramsci para salir de la rigidez de las nociones ortodoxas del marxismo en la interpretación social.
Asimismo, recuerda que el análisis semiótico en el contexto de los estudios culturales sigue siendo fundamental porque “el mensaje lleva en sí mecanismos significadores que estimulan ciertos significados, o incluso un significado privilegiado (…) [pero el objetivo central no es] descubrir el ‘significado real’ de los mensajes analizados, sino simplemente para seguir la ‘conclusiones directrices’” (Morley, 1998: 422).
Morley considera que los estudios de audiencia avanzan con la atención puesta en los procesos micro, de interpretación de mensajes, pero también critica a quienes han abandonado por completo el necesario análisis de los factores macro.
Coincide con Curran en que la excesiva valoración del público “se incorpora de inmediato a una retórica neoliberal populista” que propugna la desregulación total de los medios de comunicación privados y el fin de los medios públicos (Morley, 1998: 428).
Por ejemplo, encuentra poco serio que Fiske celebre ligeramente que “grupos y subculturas construyen sus propios significados dentro de una economía cultural autónoma” (Morley, 1998: 428). Sencillamente considera que es un error obviar que “el poder de los espectadores para interpretar significados difícilmente puede equipararse al poder discursivo de las instituciones mediáticas centralizadas a la hora de construir los textos que el espectador interpreta” (Morley, 1988: 434).
Entonces a modo de conclusión el autor se muestra convencido de que los estudios de audiencia pese que necesitan “desarrollarse y corregirse en varios puntos, proporciona todavía la mejor alternativa a una concepción de los textos de los medios” (Morley, 1998: 421). Porque si bien es cierto que la economía-política de la producción de contenidos es importante, el peso central de los estudios sobre medios debería colocarse en cómo se interpreta, resignifica, ignora o siguen los mensajes. Es decir, cómo el público genera sentido.
En 1990 James Curran criticó la postura “revisionista” de los estudios de audiencia por otorgar un sobredimensionado papel activo al lector y negar el poder de los medios. Está crítica sirvió para que David Morley aclare algunos puntos.
Para comenzar Morley explica que los recientes estudios sobre las audiencias en el campo de la comunicación se caracterizan básicamente por “dos premisas: a) que la audiencia es siempre activa (en un sentido no trivial), y b) que el contenido de los medios de comunicación es ‘polisémico’ o abierto a la interpretación”.
Esto implica colocar el énfasis de las investigaciones sobre los medios de comunicación en los microprocesos de interpretación de los mensajes. Esta situación nos lleva a tomar distancia de las concepciones de estructuras determinantes pero sin desecharlas sino más bien tratando de articular la relación micro con lo macro.
Morley retoma a Giddens para señalar “las estructuras macro sólo pueden reproducirse a través de microprocesos (…) [es decir que] el proceso general macro sólo puede operar a través de una multitud de manifestaciones micro de poder, ninguna de las cuales puede ser garantizada con antelación”.
Además, menciona que el concepto de "habitus" de Pierre Bourdie, con ciertas observaciones, puede ayudarnos a comprender como las estructuras internalizada también brinda márgenes de actuación y no son completamente rígidas. Otro punto importante son los aportes de conceptos postmarxistas como los de Gramsci para salir de la rigidez de las nociones ortodoxas del marxismo en la interpretación social.
Asimismo, recuerda que el análisis semiótico en el contexto de los estudios culturales sigue siendo fundamental porque “el mensaje lleva en sí mecanismos significadores que estimulan ciertos significados, o incluso un significado privilegiado (…) [pero el objetivo central no es] descubrir el ‘significado real’ de los mensajes analizados, sino simplemente para seguir la ‘conclusiones directrices’” (Morley, 1998: 422).
Morley considera que los estudios de audiencia avanzan con la atención puesta en los procesos micro, de interpretación de mensajes, pero también critica a quienes han abandonado por completo el necesario análisis de los factores macro.
Coincide con Curran en que la excesiva valoración del público “se incorpora de inmediato a una retórica neoliberal populista” que propugna la desregulación total de los medios de comunicación privados y el fin de los medios públicos (Morley, 1998: 428).
Por ejemplo, encuentra poco serio que Fiske celebre ligeramente que “grupos y subculturas construyen sus propios significados dentro de una economía cultural autónoma” (Morley, 1998: 428). Sencillamente considera que es un error obviar que “el poder de los espectadores para interpretar significados difícilmente puede equipararse al poder discursivo de las instituciones mediáticas centralizadas a la hora de construir los textos que el espectador interpreta” (Morley, 1988: 434).
Entonces a modo de conclusión el autor se muestra convencido de que los estudios de audiencia pese que necesitan “desarrollarse y corregirse en varios puntos, proporciona todavía la mejor alternativa a una concepción de los textos de los medios” (Morley, 1998: 421). Porque si bien es cierto que la economía-política de la producción de contenidos es importante, el peso central de los estudios sobre medios debería colocarse en cómo se interpreta, resignifica, ignora o siguen los mensajes. Es decir, cómo el público genera sentido.
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