jueves, 27 de noviembre de 2008

Periodismo de investigación

Hildebrandt se refiere sarcásticamente como funciona el periodismo de investigación:

"Lo de los petroaudios ha sacado a la luz la crisis del aquí llamado, cómicamente, 'periodismo de investigación'. Y ha puesto al descubierto un hecho que mucha gente sólo imaginaba: que los periódicos y la tele no es que construyan 'investigaciones' de su cosecha sino que son la mesa de partes y, a veces, el desagüe de expedientes X dejados por empresas rivales, políticos que quieren deshacerse de un competidor, amantes despechadas, corruptos que quieren distraer con corruptelas menores a ver si pasan inadvertidas las propias, militares postergados en sus ascensos y, en extrañas ocasiones, gente decente que quiere destapar alguna inmundicia".

Perfecto, pero en general su artículo deja un tufillo de moralina. Pareciera alucinar un periodismo diáfano, ajeno de cualquier interés rastrero. Él con tanto kilometraje en el negocio de la información conoce, mejor que nadie, que el sistema funciona así en todo el mundo y no sólo en el Perú. A quién trata de dar lecciones utópicas de investigadores en búsqueda de la verdad única. ¿Cuántas veces por una primicia no se ha prestado al juego sucio?

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Carlos Alvarez y la libertad de expresión

Hildebrandt se ríe a carcajadas de los argumentos que esgrime torpemente el cómico de Frecuencia Latina para justificar el sketch de las ratas sin asumir su reponsabilidad.

"...Carlitos Álvarez causa una risa convulsiva, imparable y peligrosa para el corazón cuando ahora habla de 'la libertad de expresión amenazada' y cuando afirma, ante la anuencia de sus amigos de pantalla y simpatías, que cuando sale con la cara de Rómulo León, la barba de Rómulo León, la voz de Rómulo León, las frases de Rómulo León, no está aludiendo a Rómulo León. Y la risa que produce Carlitos llega a ser ruido molesto digno de Serenazgo cuando, encima, dice que decirle rata a León no es insultarlo porque, cómo no, lo de rata lo dijo el presidente García y ya sabemos que este humorista suele ser cola del que manda y rabo del que paga".

A ver. Que quede claro. Condenamos a Romulo León. Y a la vez consideramos que Alvarez se pasa de conchán. Quiere conviertirse en héroe de la libertad cuando sabemos que durante la peor etapa del fujimorismo estuvo digitado desde el Pentagonito.

Hace un buen tiempo un colaborador de este blog escribió un interesante post sobre El especial de Humor. Aquí les dejo un algunos parrafos...

...hace lo mismo que Magaly, pero se escuda tras la excusa de que lo que hace es humor. Veamos si no el reciente caso del "Puma" Carranza que, en una previa difamación, hecha (cuándo no) por Magaly Medina, dijo que éste le pegaba a su mujer, o que su mujer le pegaba a él, o que los dos, por último, se pegaban mutuamente. El asunto del "gomeo familiar" resultó falso, mentira total. Pero, Carlos Álvarez, lejos de descartar ese incidente, que nunca ocurrió, el "humorista", añadiendo injuria al escarnio, hizo una parodia, con toda la leche ruinosa de la que es capaz, y terminó de difamar (es decir, esparcir una mala fama) contra el "Puma" Carranza, su señora, y todos sus relacionados.

...Y así, llegamos al caso de "Tulicienta". Acá el "chupo" reventó por el asunto del racismo. Sin embargo, la difamación estuvo presente en todo momento. Acusándola de arribista, manipuladora, y muerta de hambre, Carlos Álvarez, y su títere Walter "Cachito" Ramírez, hicieron escarnio de Tula. Las risotadas, mientras grababan el sketch, removieron todos los cielos; los bárbaros Atilas quedaban chicos al lado de estos "civilizados cómicos".

..."¡El rating se me está cayendo, a la mierda con el Padre Martín, a la mierda con Tula Rodríguez, a la mierda con todos, yo soy Carlos Álvarez y éste, es el "Especial de la Difamación". Yuca pa'ti, platita pa'mi". Nada extraño en un montesinista que vendió sus malas artes a Vladimiro por un vil puñado de dólares.

La telaraña en El Comercio (según Faverón)

Gustavo Faverón cuestiona que los nuevos Miró Quesada al comando de la corporación El Comercio tengan aires derechistas como ha sugerido Hildebrandt, et al.

Recuerda que más bien Martha y Francisco han sido conocidos por sus ideas "progresistas" (ecologista y defensor del Estado regulador, respectivamente).

Su conclusión es la siguiente:

"Lo que más ha unido a Martha Meier y a Francisco Miró Quesada a lo largo de la ultima década es el afán de controlar el diario y los demás medios que la administración anterior supo crear (como Canal N) o incorporar al grupo empresarial (América Televisión).

...la dimensión real del entuerto que Meier y Miró Quesada planean no es en verdad político en el sentido ideológico: no es un tema de izquierdas y derechas, progresistas y conservadores o liberales y reaccionarios. Es un asunto de acomodo coyuntural y vendetta pragmática.

...ambos son empresarios dispuestos a pacificar su feudo y no pelearse con el gobierno, para seguir haciendo negocio sin riesgo alguno, y en esa dirección los dos caen bajo el poder del verdadero hombre fuerte del grupo, José Graña Miró Quesada".